El partido entre México y Haití del preolímpico en 2008 es recordado por muchos como uno de los más grandes fracasos de la selección. Para conseguir la calificación a los juegos olímpicos de Beijing, el conjunto tricolor primero debía vencer a sus rivales de grupo, Canadá, Guatemala y el ya mencionado Haití.
Tras un empate contra los Canadienses y una sorprendente derrota ante los Guatemaltecos, México se veía obligado a vencer por una diferencia de seis goles al conjunto Haitiano. El partido pasó a la historia por haber mostrado una pésima actuación que llegaba a ser hasta cómica. De hecho, que aquel partido pasase a la posterioridad, fue culpa de la narración del comentarista Cristian Martinoli, quien saltó a la fama después de haber comentado el encuentro con su ya conocido estilo.
Tras once años del duelo, revisaremos que ha sido de aquella selección mexicana sub-23 y por sobre todo de la tan enigmática figura conocida como “El único haitiano en el área”.
Guillermo Ochoa
La historia de Guillermo Ochoa es bien conocida. El portero titular de la selección mexicana en ese entonces militaba en el Club América. Hoy en día, defiende el arco del club Belga, Standard de Liege, y también ha sido pieza fundamental en los esquemas tácticos de los últimos dos mundiales, Brasil 2014 y Rusia 2018. No hay duda en que la carrera de Guillermo ha ido en ascenso desde el preolímpico, llegando a ser considerado uno de los mejores porteros mexicanos en la historia.
Efraín Velarde
El Chispa, fue en su momento uno de los jugadores más prometedores del fútbol mexicano, en los Pumas de la UNAM fue considerado un referente. Sin embargo, desde que abandonó a la escuadra universitaria en 2014, su carrera ha ido a menos, pasando de club en club sin lograr acomodarse. Actualmente juega para el Monarcas Morelia de la Liga MX.
Hugo Ayala
Ayala en 2008 jugaba para el Atlas de Guadalajara, club donde no pasó mucho tiempo, pues en 2010 llegó a Tigres de la UANL, el cual es su equipo hasta hoy en día. Con los Tigres ha sido un referente y titular indiscutible, lo que lo ha llevado a jugar el mundial de Rusia.
Francisco Gamboa
Este jugador fue de más a menos en su carrera. En un inicio, mientras jugaba en el Toluca, prometía convertirse en uno de los mejores defensores de la liga, sin embargo, su nivel fue decreciendo y actualmente juega en el Atlante de la liga de ascenso MX.
Edgar Castillo
El caso de Castillo es sumamente curioso. Después de disputar unos cuantos duelos con la selección mexicana, decide jugar para el conjunto norteamericano al ya no sentirse contemplado como parte de la escuadra tricolor. Su carrera ha sido inestable, pues ha cambiado de equipo en 11 ocasiones, jugando actualmente para el New England Revolution de la MLS.
Julio Cesar Dominguez
El mejor conocido como el Cata, es uno de los pocos casos de fidelidad en el fútbol mexicano, ya que en toda su vida ha defendido la camiseta del Cruz Azul. Actualmente es uno de los capitanes del club y ha sido fundamental en el funcionamiento táctico del equipo.
Alan Zamora
Este es otro caso de inestabilidad. Zamora empezó jugando para el Atlante, donde consiguió ganar una liga y una copa de la CONCACAF. Sin embargo, ha viajado de club en club sin encontrar acomodo. Actualmente juega nuevamente para los Potros de Hierro, pero ahora en la liga de ascenso MX.
Santiago Fernández
El caso de Fernández es muy singular. Debutó con América en el 2003 bajo el mando de Manuel Lapuente, tuvo minutos y continuidad, pero esto cambio el día que cesaron al director técnico mexicano. Fernández fue olvidado en el cuadro de Coapa, por lo que buscó suerte en Europa. En el Barcelona B no rindió lo esperado y regresó a México en busca de minutos. En el partido del preolímpico, Santiago Fernadez entró de cambió y no se cansó de fallar oportunidades claras de gol. Mas tarde pasó por el Toluca y el Puebla, hasta que se dio cuenta de que el fútbol no era lo suyo y se retiró a la edad de 24 años. Como dato interesante, más adelante quiso dedicarse a la representación de jugadores, pero no pasó el examen de la FMF para darle aquella acreditación. El fútbol definitivamente lo quería lejos.
Sergio Ávila
Ávila debutó con las Chivas en 2005, sin embargo, su debut fue más un plan de contingencia para el Rebaño Sagrado que mandó a seis de sus jugadores a la selección mexicana del mundial de Alemania 2006. La gente se refería a el como el sucesor del Bofo Bautista, pero una lesión en la rodilla izquierda lo dejó fuer por casi un año. Chivas después lo mandó a préstamo con los Gallos Blancos de Queretaro, equipo donde tampoco brilló y al final, terminó por ser cedido de nueva cuenta, pero ahora con el equipo de La Piedad en la liga de ascenso, club donde terminó su carrera en 2012 con sólo 26 años. Actualmente es arquitecto egresado de la Universidad Autónoma de Guadalajara.
Patricio Araujo
El Pato fue en su momento, uno de los jugadores más prometedores del fútbol mexicano, nacido y criado en Chivas , equipo al que le dedicó 10 años de su carrera para que después el técnico José Manuel de la Torre lo sacara por la puerta trasera. Después de tres años jugando para el Club Puebla, Araujo se volvió en concursante en un reality show de TV Azteca. Sin embargo, no se ha retirado y presume las ganas de volver a una cancha.
Cesar Villaluz
Villaluz forma parte de esa generación dorada campeona del mundo en el mundial sub-17 del 2005, pero también fue cómplice en la peor presentación de la selección mexicana en un encuentro clasificatorio. Villaluz debutó con el Cruz Azul, donde llegó a ser un referente y pieza indiscutible, sin embargo, su carrera fue en declive desde un golpe en la final del Apertura 2008 donde Villaluz fue noqueado por el defensor del Toluca, José Manuel Cruzalta. Este golpe fue muy polémico, y el árbitro de aquel encuentro, Roberto García Orozco, confesó tiempo después su equivocación al no marcar la falta que terminaría en una contusión para Villaluz. Su carrera después de eso se vino abajo al no poderse consolidar con ningún club. Actualmente juega con el Deportivo San Pedro de la primera división Guatemalteca.
Pablo Barrera
El Gatillero debutó en los Pumas de la UNAM, equipó donde resaltó a muy temprana edad y logró dar el salto al futbol Europeo en un fichaje por el West Ham United de Inglaterra, club donde no consiguió minutos y tuvo que emigrar a España para jugar con el Real Zaragoza. Su mala adaptación al fútbol Europeo le hizo regresar a México, donde pasó por Cruz Azul y Monterrey antes de arribar nuevamente a su actual club, Pumas de la UNAM.
Luis Ángel Landín
El éxito en la vida futbolística de Landín se resume en un gol de escorpión ante el Morelia. Nunca logró consolidarse en un club, viajando de México a Estados Unidos y de Costa Rica a Guatemala. Hoy en día juega con el Club Social y Deportivo Municipal de la primera división Guatemalteca.
Enrique Esqueda
El fútbol del Paleta nunca fue espectacular, de hecho, nunca logró ser titular en un club. Pasó por siete equipos de la Liga MX antes de partir a Polonia para buscar sobresalir, cosa que no se pudo. Actualmente es jugador del East Bengal de la India.
Edgar Andrade
Otra de las promesas truncadas por una lesión es Edgar Andrade, quien se vino abajo, futbolísticamente hablando, después de una rotura de tobillo en 2007. Regresar a las canchas fue muy difícil y su juego había sido seriamente mermado. Pasó por varios equipos de la liga mexicana sin pena ni gloria. En 2018 llegó a los Cafetaleros de Tapachula, club de la división de ascenso mexicano, donde actualmente milita.
El único haitiano en el área
Alain Vubert es un futbolista haitiano que actualmente juega para el SC Baltimore de la primera división de Haití, pero muchos lo conocen por la forma en que Martinoli narró una jugada donde 6 mexicanos buscaban marcar un gol ante la única defensa del jugador, el cuál ridiculizó a la ofensiva al hacerse del balón. La carrera de Vubert es discreta, sólo jugó 7 encuentros con la selección haitiana y ha pasado por varios clubes de la liga local. La información sobre la trayectoria de este jugador es muy poca, pero por su actuación ante la selección mexicana, se ganó la posterioridad.
