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  • Foto del escritorDiego Armando Parada

Asalto al Bernabéu



 

El Barcelona y el Real Madrid viven una rivalidad que existe desde hace ya más de 100 años, esta ha ido creciendo hasta el grado de ser uno de los partidos de fútbol más atractivos a nivel mundial. En los últimos años, este encuentro nos llenaba con el morbo de ver a los dos mejores jugadores de la época, Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, cosa que cambiaría hasta hace unos meses, después del fichaje de CR7 por la Juventus de Turín. Sin embargo, este no deja de ser un duelo atractivo, después de todo, son dos de los clubes más importantes del mundo.

Después de la caída en Cataluña por un marcador de 5-1, el Real Madrid ha cambiado de director técnico con el fin de enderezar el camino. Solari ha hecho las cosas bien, el equipo Merengue aún no muestra su mejor cara, pero ha tenido un aumento en el nivel de juego, desde la breve estancia de Lopetegui.

Dicen que clavo saca otro clavo, y eso era lo que buscaba el Real Madrid con el partido de vuelta por las semifinales de la Copa del Rey, una victoria podría hacer olvidar aquella humillación sufrida en el Camp Nou, pero las cosas no siempre salen como uno planea. El partido de ida había terminado 1-1, el equipo Blanco había logrado anotar un valioso gol de visitante, y cerraría la llave en su estadio, cosa que los hacía ver como favoritos.

El partido empezó con un Madrid que dominaba y se hacía de la posesión, sin embargo, por más que se intentó, no se logró concretar. Al final del partido, de 14, sólo 4 disparos llevaron dirección a gol. Vinicius Jr. dio un excelente partido, demostró que realmente es el futuro del equipo, pero por lo mientras, no hay quien defina en el presente. La Casa Blanca realmente extrañó a alguien.

El Barcelona tuvo una actuación defensiva muy buena, especialmente Ter Stegen, que una vez mas demuestra el buen nivel que tiene. La ofensiva se vio discreta, pero las pocas jugadas que tuvo el conjunto Blaugrana fueron suficientes para marcar la diferencia. La garra charrúa de Luis Suárez fue aquello que significó un cambio en el marcador, pues anotó dos tantos para el equipo culé y cerraba la pinza en la jugada del autogol cortesía de Varane.

Sin lugar a dudas, el Barcelona supo manejar el partido y hacer lo que el Real Madrid no, definir. Pero aún queda una oportunidad de reivindicarse para el conjunto Blanco, pues el sábado 2 de Marzo, se medirá ante el equipo Catalán como parte del segundo duelo liguero, esto serviría únicamente para acortar distancias entre estos equipos, ya que el Barcelona ganando o perdiendo, seguirá siendo el líder de la Liga.

La cita para el que podría ser el último clásico de la temporada (No se descarta la posibilidad de un duelo en Champions) volverá a tomar lugar en el estadio Santiago Bernabéu, donde los madridistas esperan que la localía se haga valer.


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